Bueno
pues como ya dije en una entrada pasada toca hablar del café portugués.
Aquí
en Portugal el café es imprescindible para el día a día, pueden tomarse entre 2
o 3 de ellos en una mañana y por la tarde lo mismo.
Portugal
ha alcanzado el éxito en la fabricación propia, fruto de la mezcla de los
mejores granos procedentes de Brasil, África y Timor.
Las
ex-colonias portuguesas permitieron que allí se elaborase uno de los cafés con
más sabor del mercado, que en ningún caso pasa desapercibido para los turistas.
Una “bica”, un “pingado” o “meia de leite”... conquistan el paladar de
cualquier degustador de este trago cálido, que en muchos casos no tardará en
regresar a Portugal para ponerse de nuevo ante una taza llena y humeante.
Para
nosotros, los españoles, acostumbrados a café solo, cortado o con leche, pedir
un café en Portugal puede ser toda una aventura. Lo mismo le ocurre a ellos
cuando viajan a nuestro país.
Un
expresso es el café solo, tiene la variante de "bica" utilizada en
Lisboa.
Carioca
es el café americano, café con agua.
Pingado
es café cortado, en su forma tradicional de hacerlo es mucho más intenso que el
café solo.
Meio
de leite, es café con leche. Podemos asociarlo al café de desayuno español,
tamaño grande. Tiene un gran parecido con galão, que sería el café con leche de
desayuno en Portugal, todavía más grande. Yo no he visto ningún local que
sirviesen el meio de leite en una taza mediana, ya que no soy degustadora de este producto.
En
cada zona de Portugal llaman al café y a las medidas de una forma diferente,
cambian del Norte al Sur, pero los que os he dicho son los que deben estar en
el manual básico de superviviencia.
Es
importante para el portugues el lugar en el que se toma el café, así podemos
encontrarnos cafetería de obligada visita, como son la «Brasileira», en la baixa de Lisboa (Rua
Garrett, 120), donde una estatua del poeta luso Pessoa, sentado en una mesa se
confunde con el resto de asientos.
El
«Nicola», también en Lisboa (Rua 1º Dezembro, 20), o «Majestic», en Oporto (Rua
Santa Catarina, 112), la cafetería más antigua de Oporto, son otros ejemplos de
los mejores cafés que tiene Portugal, donde la marca nacional Delta está
alcanzando grandes resultados en su expansión internacional, principalmente en
España.
(café Nicola)
(café Majestic)
Y no
nos olvidemos de los dulces con los que podemos acompañar el sabor amargo del
café: pasteis de Belem, quijadas de Evora, torta de Azeitão, salgadinhos...
Como
vemos no solo la panadería, si no el café, tanto producto como local, son
distintos en Portugal, poco a poco voy descubriendo otra cultura y otra modo de
vida.
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