Supongo que a algunos les sonará, las calles de Portugal están llenas de estos "fantasticos y confortables" adoquines. Ya sean las aceras, donde es maravilloso caminar con unos "buenos tacones", o la carretera, en la cual al pasar con el carro te da una sensación de cosquilleo y un agradable ruidillo inigualable.
Dejando a un lado la ironía, hay que reconocer que gracias a estos adoquines las calles tienen un toque diferente, estes también las hacen muy atractivas.
Esta es una instantanea dentro de la Fortaleza, ya comentada en entradas anteriores, en la que podeis apreciar la calzada hecha con adoquines.
Con el tiempo y trabajo que le debe llevar a los pobres operarios que las hacen, deben de tener todo nuestro reconocimiento. vida as pedras!
En esta foto tambien podeis apreciar la calzada, y comento que el edificio de la izquierda, la ultima planta (7º) iba a ser mi posible morada, pero al final me acogieron las antiguas compañeras de Sabela, y les tengo que decir a ellas y a ella: Obrigada!!
2 comentarios:
He pasado de salir en taconazos a salir con bailarinas, debido a que la zona por donde se sale, os espaços entre adoquín y adoquín son un mundo jejeje
Yo tampoco me saco las bailarinas (sabrinas) de encima, aunque con este tiempo apetece más poner unas botas de agua jeje.
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