" Olha! Entre um pingo e outro, a chuva não molha"

Nuestra estancia, que comenzó haciendo sol y que indicaba que iba a permanecer ahí, en lo alto durante toda ella, lleva lloviendo casi desde la primera semana!!! Yo, que soy chica de playa y ponerme morena (tostada o camarón, todo depende), prognostico que vou voltar branquinha de tudo!! A todo esto, el viernes de camino a Lisboa con todas las maletas, tuvimos muchos cambios de tiempo: sol, nubes, lluvia, sol, lluvia, granizo!!!, lluvia, sol... así no nos aclarábamos. Y de repente, a lo lejos, vimos una nube que parecía una ducha, una imagen muy bonita y curiosa, pero que la cámara no captaba. Finalmente, a donde quería llegar, la capital lusa nos dio la bienvenida lloviendo, y a medida que avanzaba el día, lorencito se asomó!! Este tiempo loco... lo tenemos en todos lados!!!

Lo peor es que cuando salimos da nossa morada (entrando por la estaçao de metro do Rossio) y llegamos a la estación que queda pertinho del trabajo (estaçao de São Sebastião), el tiempo suele ser distinto al que veíamos cuando nos adentrábamos en los suelos suburbanos. Mi conclusión? traer "guarda chuvas" todos los días, aunque hasta ahora me lo olvidé siempre, y me acuerdo cuando subimos las tropecientas mil escaleras de São Sebastião, menos mal que tengo a Alba que hoy se acordó de traer uno, pequechiño, pero tapa.

Y claro, hablo del tiempo porque es un tema común y no sé como andarán por Glasgow, Francia o Eslovaquia. A nuestra vecina portuguesa no le pregunto, que supongo que estará igual que por aquí.

Esta lluvia, me recuerda a Galicia... Morriña? Tan pronto? Una poca.

Me despido con una frase muy bonita en portugués:

" Caminhar com bom tempo, numa terra bonita, sem pressa, e ter por fim da caminhada um objetivo agradável: eis, de todas as maneiras de viver, aquela que mais me agrada"

Jean Jacques Rousseau